martes, 14 de julio de 2009

ABUSADOR SEXUAL REINCIDENTE LIBRE

Denuncia de la Casa de la Mujer María Conti de San Pedro de Jujuy

El médico cirujano Martín Aramayo, que abusa de sus víctimas luego de operarlas, quedó en libertad el 8 de julio a pesar de estar pendientes pruebas fundamentales como la pericia psicológica a la víctima y un ADN, además de testimoniales.
J., hija de una familia humilde, se operó de la vesícula en el hospital público de San Pedro. Su médico cirujano fue Martín Aramayo. El día que debían sacarle los puntos de la herida, el miércoles 17 de junio, los médicos estaban de paro. Le dijeron que su médico cirujano tal vez podría atenderla en el consultorio privado de la Clínica Santa María. Allí fue, y el médico la atendió. Pero en vez de sacarle los puntos, la llevó al baño con la violencia encarnada más en la autoridad que en la fuerza física. Y allí la obligó a hacerle sexo oral. Ella, con una mano en su herida y otra haciendo fuerza sobre el inodoro, logró levantarse a pesar del dolor. Y allí terminó el abuso, con la frase: “No me hagas quilombo que estoy comprometido”.
La joven, de 19 años, salió del consultorio y guardó silencio sin lograr romperlo por mucho tiempo. Terminó contándole al primo que la acompañó a la clínica, allí buscaron a su tío, que también estaba por allí e hicieron la denuncia ante un policía que estaba en la esquina. El médico Martín Aramayo quedó detenido inmediatamente.
Al acompañar a la joven al hospital público luego de realizar la denuncia, la familia leyó una afiche pegado hace tiempo por la Casa de la Mujer María Conti: propagandizaba el protocolo de atención a víctimas de violación, aprobado luego del caso “N”. Es así como la familia acude a la Casa de la Mujer, y realiza un escrache el jueves 18 por la tarde, que tiene mucha repercusión.
Una ola de rumores recorre el pueblo. Una parte apoya a la joven y su valor para denunciar, y otra parte defiende al médico por tener una familia y ser una persona “respetable”, atacando a la joven. Pero a apenas horas de conocerse la noticia, una integrante de la Casa de la Mujer María Conti relata haber sido víctima ella misma de una situación similar sin haberse consumado. Y otra integrante de la Casa, relata que una amiga sufrió exactamente lo mismo, y formuló la denuncia en la seccional 9° de San Pedro sin tener trámite; ambas luego de ser operadas y aún convalecientes, y varios años atrás.
Ante esta pequeña radiografía de la reiteración de estos hechos por parte del cirujano, la Casa de la Mujer María Conti realizó una convocatoria a través de afiches a todas las mujeres que sufrieron la misma situación por parte del cirujano, a fin de acompañarlas a formular la denuncia y lograr la justicia que empiece a reparar el daño. Se encontró también con el silenciamiento de parte de algunos medios.
El miércoles 8 de junio, a pesar de estar pendientes dos pruebas psicológicas, un examen de ADN, un informe socioambiental y tres declaraciones testimoniales, es decir estando pendiente pruebas más que relevantes, el Juzgado de Argentino Juárez decide dictar la falta de mérito de Martín Aramayo y ordenar su libertad.
Es decir, el juez decidió dar la libertad al imputado antes de recabar las pruebas del caso. Y resulta insólito que lo hace estando pendiente la prueba psicológica, que es fundamental en estos casos donde la única prueba, en la generalidad de los casos, es la denuncia de la víctima y la pericial psicológica.
Argentino Juarez decidió la libertad de Martín Aramayo el último día antes de la feria judicial, es decir, antes de que el expediente quedara en manos de otro juez. Si bien la falta de mérito implica la falta de pruebas y puede seguir investigándose, resultó ser una decisión totalemnte inconsecuente con la cantidad y calidad de prueba pendiente. Ello da cuenta de que la decisión no tuvo que ver con la situación del expediente sino con cuestiones ajenas a él que desconocemos. Y que denunciamos y repudiamos.
No sólo está pendiente la apelación de la querella, sino la campaña por encontrar a más víctimas que se animen a denunciar. Y está pendiente lograr la cárcel y condena efectiva para Martín Aramayo. Es un desafío lograr la condena social que haga que ninguna mujer –ni paciente- vuelva a someterse a las atenciones de este médico que es probadamente reincidente, y ha quedado libre para seguir reiterando los abusos contra mujeres indefensas, por reiterarse la misma situación luego de realizarse operaciones quirúrgicas.

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