Un fallo histórico
Condenaron al
asesino
de Georgina Vera a
20 años de prisión
Hoy,
tras realizarse los alegatos de las partes en la audiencia de juicio oral que
se llevaba a cabo contra ALAN YUCRA, el Tribunal lo condenó a veinte años de
prisión.
Afuera,
con un operativo policial inusitado y desproporcionado, un grupo de
compañeros y compañeras de
Los detalles de la sentencia
Si
bien los fundamentos de la sentencia estarán recién la semana que viene, el
Tribunal condenó a Yucra por homicidio simple, imponiendo por este delito la
pena de 18 años de prisión. El acusado fue absuelto por el delito de aborto,
y por tener una condena en ejecución condicional (sin cumplimiento) se
unificaron las penas, por lo que Yucra fue condenado a 20 años de prisión.
El
hecho de que fuera absuelto por el delito de aborto, genera en la querella la
festejada posibilidad de apelar la resolución (decisión ya tomada), por lo
que de lograr que dicho recurso prospere, los veinte años de condena podrían
elevarse a más.
El
fiscal Morales había pedido 22 años de prisión por los delitos de aborto y
homicidio, la querella 25 años por los mismos delitos, y el defensor de YUCRA
pidió su absolución.
En el hall de
Tribunales
Asimismo,
como expresó Nancy Martinez, dirigente de
La
batalla emprendida para lograr una condena ejemplar al femicida Yucra, a la
vez que puso en debate en la provincia de Jujuy la necesidad de incorporar la
figura del femicidio al Codigo Penal, fue sostenida, masiva y muestra el
camino certero para logar objetivos como los propuestos.
¿Cómo
serán las próximas condenas a femicidas en Jujuy? ¿Cuánto sirvió y servirá
esta pelea en el camino de terminar con la violencia de género? ¿Cuándo se
modificará la legislación nacional para no tener el absurdo de condenar por
homicidio simple a un asesino que no se casó legalmente con su víctima?
Seguramente hay un antes y un después de Georgina Vera. Eso intentamos.
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lunes, 13 de febrero de 2012
Un fallo histórico
Un conmovido movimiento que no da tregua
Sigue el juicio por el femicidio de
Georgina Vera
Un
conmovido movimiento
que no
da tregua
La audiencia continúa el 13 de febrero a las 17 horas
El viernes 10
de febrero continuaron las audiencias del juicio oral que se sigue contra
Alan Yucra, por el homicidio de Georgina Vera.
Por la mañana,
Alan Yucra prestó declaración indagatoria, allí por primera vez se refirió a
lo ocurrido el 5 de febrero. Para sorpresa de los presentes, y en absoluta
contraposición con lo ya probado con testigos en audiencias anteriores, Yucra
señaló que Georgina siempre usaba un arma de fuego, y que ese día cuando
él la fue a buscar, ella salió con el arma en su ropa, y luego de una
discusión ella le apuntó con las dos manos. El la tomó de las muñecas y el
disparo salió por accidente. Luego él se fue asustado.
Lo que podía
resultar una defensa interesante aunque físicamente improbable para este
asesino, se transformó en una declaración burda. El asesino no se llevó
el arma de la escena del crimen, según dijo. Pero está acreditado que el arma
no quedó en dicha escena. El nunca le pegó a Georgina, pero ella
siempre le pegaba a él y lo engañaba, cuando los testigos en el juicio dieron
cuenta de lo contrario. Muy pocas veces la vio con hematomas aunque
se acreditó que todas las personas que la rodeaban siempre la veían con
golpes. Ella siempre lo amenazaba con un arma, pero el resto de los
testigos ya habían afirmado que ella jamás tuvo una ni había una en su casa.
Y él hasta acusó de mentir a los testigos que lo habían visto a él con armas
de fuego y armas blancas. Incluso se hizo un careo entre él y una amiga de
Gergina, y llamaba la atención que él no levantaba la mirada del piso.
También dijo que siempre pasaba alimentos a su hija no reconocida,
lo que ya la madre de Georgina había negado. Y el juez le preguntó de qué
trabajaba. La respuesta de Yucra fue de albañilería, pero ni siquiera
podía pronunciar correctamente la palabra a pesar de tratarse de su supuesto
oficio.
Lo más
insensato ocurrió cuando
Evidentemente,
ese fue el punto neurálgico del crimen de Georgina. Georgina era de él o no
era de nadie. Y si no quería ser más de él, debía estar muerta.
La declaración
de Yucra demostró que el acusado no solo no estaba arrepentido de lo
ocurrido, sino que ni siquiera lo conmovió la muerte misma de Georgina. Fue
profundamente irrespetuoso con su memoria, y con la familia de ella, presente
en la audiencia.
Mientras,
afuera
Por la tarde la
audiencia continuó. La gente se quedó a acompañar con un gran esfuerzo,
a pesar de ser de otras localidades y tener que esperar cinco horas. Y ya la
bronca por lo ocurrido en la mañana llevó a que se rodeara la salida
para increpar a Yucra cuando se lo llevaban a la cárcel.
Nuevamente en
El abogado
defensor propuso una inspección ocular en la escena del crimen. El Tribunal, para evitar la presión constante y que la movilización
se realizara en Perico cuando asistían a la casa de Georgina a la inspección,
decidió realizar en ese mismo momento la medida, trasladándose a Perico a la
casa de los padres de Georgina en una trafic con todas las partes. Cuando
ésta llegó a la casa de Georgina, los compañeros y compañeras de las
cooperativas de
“Lo que sería
si lo hubiésemos programado” exclamó uno de los jueces. Al reclamo de
Justicia se sumaron los abucheos al abogado defensor del asesino.
La
capacidad de movilización de este conmovido movimiento que no da tregua,
resultó sorpresivo para muchos, y profundamente emotivo para otros.
El crimen de Georgina
es uno de los tantos femicidios que ocurren en nuestro país. Pero a la vez es
distinto. Porque un movimiento de hombres y mujeres de Jujuy decidieron no
solo arrancar una condena alta para el asesino, sino también dar una
lucha concreta y visible para desnudar el absurdo de nuestra legislación, que
solo condenaría a Yucra a prisión perpetua si se hubiese casado legalmente
con Georgina, y que exige por ello que se incorpore la figura del femicidio
al Código Penal. Y exige asimismo al gobierno nacional, que así como decidió
aprobar el matrimonio igualitario, una justa cuestión democrática, debe
decidir avanzar con el femicidio, que también es una cuestión democrática
ligada a la violencia de género que cada día se hace más visible.
La muerte de Georgina, una joven de 17
años que trabajaba de serena en las Cooperativas de
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jueves, 2 de febrero de 2012
Inició el juicio oral por el femicidio de Georgina Vera
Inició el juicio oral por el femicidio
de Georgina Vera
El 1 de febrero comenzó
en
Yucra se abstuvo de
declarar, por lo que nunca formuló declaración alguna en el expediente.
Declararon los padres de Georgina Vera, dos amigas de la joven, y un amigo
del acusado. Faltaron tres testigos, por lo que el Tribunal con consulta a la
partes tendrá que resolver si se insiste en las citaciones.
Amigas de la joven
acreditaron en la audiencia con su testimonio que Yucra sabía del embarazo de
Georgina. Que incluso el embarazo se le notaba físicamente.
Los golpes que recibía la
joven de parte de Yucra eran regulares. Siempre tenía hematomas, que según
ella, eran producto de golpes con caídas, etc. Y siempre que Georgina iba a
la casa de él, volvía con golpes. También se acreditó que una vez él la había
apuñalado en la pierna. Una amiga incluso declaró que había intervenido dos veces
en una agresión, y en una de esas oportunidades Yucra golpeaba a Georgina
quien tenía a la niña dormida en sus brazos.
También se ventiló que
Yucra solía tener un arma de fuego, y que incluso amenazó con ella a un
vecino de apenas 15 años.
Lo novedoso en la
jornada, que no había surgido en la instrucción, fue que Georgina había
decidido terminar con la relación con Yucra, lo que había comentado a su
amiga. Y que habiéndo hablado de ello con el asesino, él la amenazó y a su
familia también, para evitar que la relación termine.
Este testimonio, que
seguramente coincidirá con el de otros testigos, da cuenta de que el asesino,
lejos de una emoción violenta provocada por celos, vio en el femicidio la
única forma de tomar el control respecto de Gerogina. Como ocurre en los
femicidios, no es la pérdida de control lo que motiva los mismos, sino que
ellos son la forma instrumental de hacerse del control, en el marco de
relaciones opresivas.
Gerogina había roto con
amistades e incluso había dejado el colegio por los “celos” de Yucra, relató
la madre de la joven.
Mientras se realizaba el
juicio oral, en el hall de entrada del Palacio de Tribunales, un nutrido
grupo de integrantes de organizaciones (CCC, CEPA, AJI 20; ATD, Casa de
La mamá de Georgina,
Mónica Vera, al terminar la audiencia dirigió unas palabras: “Mi hija tendría
que haberse casado para tener derecho a una condena justa”. Esta expresión
tiene que ver con el absurdo de que solo se condene con prisión perpetua si
quien mata a su pareja se casó legalmente. Y desde ya, nos permite
reflexionar y exigir con más fuerza que debe incorporarse la figura del
femicidio al Código Penal, como plantean varios proyectos de ley presentados
en el Congreso Nacional. Sabemos que si desde la presidencia se impulsa tal
acción, como fue con el matrimonio igualitario, en lo inmediato tendríamos
vigente la figura del femicidio en el Código Penal de
Una actuación detestable de
la defensa del asesino
La defensa de Yucra tiene
como estrategia generar un hecho de “engaño” de Gerogina a Yucra, que le
permita alegar la emoción violenta, a los fines de lograr una pena mínima.
Pero llega al extremo de
parecer justificar con sus preguntas el estado de opresión que vivía
Georgina. Tal es así que cuando formulaba preguntas a una testigo amiga de
Georgina, con la que ella había salido la noche anterior, en vez de
simplemente preguntar si Yucra sabía de esa salida, su pregunta fue:
“¿Gerogina se escapó?”, partiendo de que estaba “presa”, y ella había violado
una regla.
Esto es grave porque ser
abogado defensor y garantizar un juicio justo para el acusado, jamás debe
implicar justificar o hacer una defensa de la violencia de género que tanto
padecimiento ocasiona a las mujeres, oprimidas en esta sociedad por el solo
hecho de ser mujeres.
Lo que aún no reflexionó
la defensa, es que tanto Georgina como Yucra salieron esa noche cada uno por
su lado. Y ese ejercicio de su libertad por parte de Georgina fue
lo que Yucra decidió enterrar para siempre con una bala de plomo.
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