Sigue el juicio por el femicidio de
Georgina Vera
Un
conmovido movimiento
que no
da tregua
La audiencia continúa el 13 de febrero a las 17 horas
El viernes 10
de febrero continuaron las audiencias del juicio oral que se sigue contra
Alan Yucra, por el homicidio de Georgina Vera.
Por la mañana,
Alan Yucra prestó declaración indagatoria, allí por primera vez se refirió a
lo ocurrido el 5 de febrero. Para sorpresa de los presentes, y en absoluta
contraposición con lo ya probado con testigos en audiencias anteriores, Yucra
señaló que Georgina siempre usaba un arma de fuego, y que ese día cuando
él la fue a buscar, ella salió con el arma en su ropa, y luego de una
discusión ella le apuntó con las dos manos. El la tomó de las muñecas y el
disparo salió por accidente. Luego él se fue asustado.
Lo que podía
resultar una defensa interesante aunque físicamente improbable para este
asesino, se transformó en una declaración burda. El asesino no se llevó
el arma de la escena del crimen, según dijo. Pero está acreditado que el arma
no quedó en dicha escena. El nunca le pegó a Georgina, pero ella
siempre le pegaba a él y lo engañaba, cuando los testigos en el juicio dieron
cuenta de lo contrario. Muy pocas veces la vio con hematomas aunque
se acreditó que todas las personas que la rodeaban siempre la veían con
golpes. Ella siempre lo amenazaba con un arma, pero el resto de los
testigos ya habían afirmado que ella jamás tuvo una ni había una en su casa.
Y él hasta acusó de mentir a los testigos que lo habían visto a él con armas
de fuego y armas blancas. Incluso se hizo un careo entre él y una amiga de
Gergina, y llamaba la atención que él no levantaba la mirada del piso.
También dijo que siempre pasaba alimentos a su hija no reconocida,
lo que ya la madre de Georgina había negado. Y el juez le preguntó de qué
trabajaba. La respuesta de Yucra fue de albañilería, pero ni siquiera
podía pronunciar correctamente la palabra a pesar de tratarse de su supuesto
oficio.
Lo más
insensato ocurrió cuando
Evidentemente,
ese fue el punto neurálgico del crimen de Georgina. Georgina era de él o no
era de nadie. Y si no quería ser más de él, debía estar muerta.
La declaración
de Yucra demostró que el acusado no solo no estaba arrepentido de lo
ocurrido, sino que ni siquiera lo conmovió la muerte misma de Georgina. Fue
profundamente irrespetuoso con su memoria, y con la familia de ella, presente
en la audiencia.
Mientras,
afuera
Por la tarde la
audiencia continuó. La gente se quedó a acompañar con un gran esfuerzo,
a pesar de ser de otras localidades y tener que esperar cinco horas. Y ya la
bronca por lo ocurrido en la mañana llevó a que se rodeara la salida
para increpar a Yucra cuando se lo llevaban a la cárcel.
Nuevamente en
El abogado
defensor propuso una inspección ocular en la escena del crimen. El Tribunal, para evitar la presión constante y que la movilización
se realizara en Perico cuando asistían a la casa de Georgina a la inspección,
decidió realizar en ese mismo momento la medida, trasladándose a Perico a la
casa de los padres de Georgina en una trafic con todas las partes. Cuando
ésta llegó a la casa de Georgina, los compañeros y compañeras de las
cooperativas de
“Lo que sería
si lo hubiésemos programado” exclamó uno de los jueces. Al reclamo de
Justicia se sumaron los abucheos al abogado defensor del asesino.
La
capacidad de movilización de este conmovido movimiento que no da tregua,
resultó sorpresivo para muchos, y profundamente emotivo para otros.
El crimen de Georgina
es uno de los tantos femicidios que ocurren en nuestro país. Pero a la vez es
distinto. Porque un movimiento de hombres y mujeres de Jujuy decidieron no
solo arrancar una condena alta para el asesino, sino también dar una
lucha concreta y visible para desnudar el absurdo de nuestra legislación, que
solo condenaría a Yucra a prisión perpetua si se hubiese casado legalmente
con Georgina, y que exige por ello que se incorpore la figura del femicidio
al Código Penal. Y exige asimismo al gobierno nacional, que así como decidió
aprobar el matrimonio igualitario, una justa cuestión democrática, debe
decidir avanzar con el femicidio, que también es una cuestión democrática
ligada a la violencia de género que cada día se hace más visible.
La muerte de Georgina, una joven de 17
años que trabajaba de serena en las Cooperativas de
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lunes, 13 de febrero de 2012
Un conmovido movimiento que no da tregua
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