Declaración de los voceros del PCR
Sobre la "reconstrucción"
del comunismo revolucionario
En páginas de
Internet se ha hecho pública la constitución de un "Comité de
Reconstrucción del Comunismo Revolucionario", con una declaración, y con
un acto realizado el 6/1 del que se muestra la foto de quienes presiden esa
reunión: Gustavo Funes, Agustín Funes, Santiago Slonimsqui (y otros).
Queremos informar que estos tres compañeros, luego de negarse, de hecho, a
participar en la discusión interna y romper las normas de funcionamiento
orgánico, fueron excluidos del PCR por su actividad
fraccional dirigida a romper el PCR; hecho que ahora se evidencia con
la constitución del citado "comité".
Lamentamos que
los compañeros se hayan marginado de la discusión democrática de las
diferencias que tenemos. Los llamamos a reflexionar, y a no utilizar
argumentos agraviantes que no son propios de revolucionarios, ni se
corresponden con la historia en común que hemos recorrido.
¿Cuáles son las
diferencias reales que tenemos?
Para acabar con
la dependencia del imperialismo y el latifundio terrateniente, que son la
base de los sufrimientos del pueblo y
la opresión nacional, nosotros luchamos por la revolución democrática
popular, agraria y antiimperialista, en marcha ininterrumpida al socialismo,
que sea hegemonizada por la clase obrera. Desde la Revolución de Mayo,
con distintos momentos y nuevos protagonistas, la lucha por acabar con
"toda dominación extranjera" (como ya señaló la Declaración de la Independencia en
Tucumán), por una reforma agraria que liquide el latifundio terrateniente
(como viene reclamando el movimiento campesino desde hace más de un siglo), y
la destrucción del Estado oligárquico-imperialista en que se sustentan esas
dos lacras, son las condiciones fundamentales para conquistar la nueva y
definitiva independencia, acabar con la opresión terrateniente, y abrir el
camino hacia una sociedad sin explotadores ni explotados.
Pero hay una
característica de la
Argentina que hay que tener en cuenta. A partir del gobierno
de Menem se constituyó un bloque dominante: un
puñado de monopolios imperialistas y de burguesía intermediaria del
imperialismo dominan el petróleo, la minería, el acero, las comunicaciones,
etc.; y una "rosca sojera" integrada por otro puñado de grandes
pooles, grandes terratenientes y monopolios de la comercialización de granos
y la agroindustria, son dueños y señores del campo. Ese
bloque dominante es el blanco de la lucha popular.
En ese bloque
dominante, sin embargo, siempre hay un sector que es hegemónico. En la
actualidad, el grupo económico y político de los
Kirchner, que gobierna el país, hegemoniza ese bloque con alianzas que han
tejido con los monopolios petroleros, mineros, la "rosca sojera", y
otros sectores. Por lo tanto, el blanco
de la lucha popular es el bloque dominante, y
a partir de ahí, impulsamos el golpe principal
de la lucha popular a ese grupo hegemónico en el
bloque dominante, que se expresa a través de la
política del gobierno kirchnerista. Esa es la discusión con estos
compañeros.
Ellos dicen que
hacemos mal al dirigir el golpe principal a la política del gobierno kirchnerista. Sostienen que el blanco es la
"falsa polaridad entre el gobierno kirchnerista y la derecha opositora,
y el golpe principal hay que dirigirlo al sector que tiene la iniciativa en
cada momento". En los hechos, lo que hacen, es no golpear (o diluir el
golpe) al gobierno kirchnerista. Hay casos en
los que para no enfrentar la política del gobierno
kirchnerista hablan de que se trata de "problemas estructurales",
como si no hubiera gobierno. Todas las clases dominantes apoyaron la ley que
modificó las ART. Pero ¿quién presentó el proyecto? El gobierno kirchnerista.
A partir de no
enfrentar, como centro de la lucha de las masas, a la política del gobierno kirchnerista, discuten nuestra política de
frente único, rechazan la necesidad de la unidad de acción de la clase obrera
y la necesidad de la confluencia de la lucha obrera, campesina, estudiantil y
popular.
En la política,
las trincheras no son "puras" como en los libros. En los hechos,
defendiendo los intereses de la clase obrera y pueblo, a veces golpeamos
juntos con sectores que no son del campo popular. Pero no confundimos lo que
es un frente único con las fuerzas obreras y populares, con golpear juntos.
Al mismo tiempo, como se vio apenas terminó la lucha agraria del 2008, estas
situaciones de golpear juntos se rompen rápidamente. Desde ya, cuando el
escenario político exige meterse en el barro, no hay que embellecer a nadie.
Tampoco hay que perder de vista el juego de los otros sectores del bloque
dominante que pugnan por conquistar la hegemonía. Pero nada de eso justifica
no impulsar el golpe principal a la política del gobierno
kirchnerista.
Metiéndonos en
el barro hemos cometido errores, que discutimos y de los que tratamos de
aprender (se aprende más de los errores que de los aciertos, dice Mao). Pero
no hay que usar los errores para pretender "justificar" una
política que no impulsa el golpe principal de la lucha de las masas contra la
política del gobierno kirchnerista.
Los compañeros
dicen "hay que golpear a todo el bloque", y corren del golpe
principal al gobierno kirchnerismo. Ahí está la discusión.
Esperamos que
los que están confundidos reflexionen. Si no es así, hay lugar en la política
argentina para nuevas fuerzas. Esperamos que no persistan en la calumnia
contra el PCR, y que la razón de su existencia no tenga como blanco al PCR
sino a los enemigos del pueblo. Esperamos que actúen con sinceridad: que se
presenten con los méritos que consideran tener, no con los cargos que han
tenido en el PCR, lo que puede llevar a confundir sobre la dimensión real de
la fractura. Una fractura muy reducida, como
reconoce el designado "coordinador nacional" del "Comité"
en el video de presentación del "Comité" en Internet.
Rosa Nassif | Ricardo Fierro | 8/1/2013
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miércoles, 9 de enero de 2013
Sobre la "reconstrucción" del comunismo revolucionario
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