MARCHA CONTRA LA IMPUNIDAD

A 33 años del apagón

Este jueves 23 de julio se realizará la histórica Marcha del apagón del terror, en la que miles de personas de todo el país se movilizan desde Calilegua a Libertador General San Martín, Jujuy. Este año se da en el marco del 10º encuentro de la Unión de Asambleas Ciudadanas (UAC). La dictadura tuvo en la provincia, como en toda la Argentina, la complicidad de grandes empresarios y terratenientes. Estos fueron claros beneficiarios de su accionar represivo. En el caso de Libertador, el Ingenio Ledesma, que prestó sus vehículos para el secuestro y persecución de luchadores, muchos de ellos ligados al sindicato del azúcar. También prestó sus galpones, para la virtual eliminación de todos los que se oponían o tenían ideas diferentes. Con esto logró desarticular el movimiento obrero usando del aparato represivo del Estado. En 1970 había asumido la presidencia de Ledesma, Carlos Pedro Blaquier, miembro de la oligarquía pampeana casado con Nelly Arrieta, que sigue actualmente en ese cargo. Durante la dictadura gozó de beneficios como excepciones impositivas, y la producción del azúcar y papel se duplicó, se cuadriplicó la de alcohol y se decuplicó la de frutas.

Ledesma transformó su ingenio azucarero en un complejo agroindustrial a costa del trabajo, sudor y sangre de miles de obreros y el pueblo de Libertador. La semana del 20 al 27 de julio de 1976, plena dictadura violovidelista, cortaron varias veces la energía eléctrica en todo el departamento de Ledesma, mientras las fuerzas represivas allanaban, secuestraban y saqueaban viviendas en Libertador General San Martín y Calilegua. En vehículos de la empresa Ledesma eran trasladados más de 400 trabajadores, estudiantes y profesionales a los galpones de mantenimiento del ingenio, donde permanecieron meses atados y encapuchados. Tras las torturas, algunos fueron liberados, otros enviados a comisarías o cuarteles, otros aparecieron en cárceles de distintas provincias. Treinta tres compañeros permanecen desaparecidos.

El médico Luis Aredes, marido de Olga Márquez, era el intendente de Ledesma y fue uno de los secuestrados desaparecidos. Desde entonces Olga, junto a sus cuatro hijos, llevó adelante una lucha incansable en la ciudad de Libertador General San Martín, acompañada por las Madres de Plaza de Mayo. Desde hace 26 años se realiza la Marcha del apagón, en repudio a la feroz dictadura militar: las primeras fueron encabezadas por la querida Olga, que con su lucha incansable contagió su fuerza. Con los años, esas primeras marchas con poca gente se convirtieron en multitudinarias y esperadas por el pueblo. Desde 1997, después de la histórica pueblada, participan contingentes de desocupados junto a vecinos que van perdiendo el miedo o que van transformando el miedo en fuerzas para luchar, junto con luchadores de todo el país, reuniendo más de 10.000 personas.

Por justicia

Han pasado 33 años del golpe. Los gobiernos impusieron la Obediencia Debida, el Punto Final, los
indultos. Ahora los Kirchner ocultan su falta de decisión política para avanzar a fondo con el castigo a los represores pasando la pelota a la Corte Suprema, y ésta se excusa en la falta de jueces, mientras el 95% de los genocidas sigue en libertad. Bajo el disfraz “progre” el gobierno se quiere adueñar del discurso de los derechos humanos e imponer una versión de la historia mentirosa, aprovechando los logros de la lucha del pueblo. Estuvo y está en manos del pueblo la defensa de las libertades democráticas. Porque seguimos exigiendo juicio y cárcel común a los genocidas de la dictadura. Porque todavía 400 chicos apropiados siguen en manos de sus captores. Porque Julio López, desaparecido en democracia y durante el gobierno de Kirchner, sigue sin aparecer. Porque en Libertador General San Martín han pasado 6 años de los asesinatos de Cristian Ibáñez y Marcelo Cuellar por la policía provincial del gatillo fácil, y Fellner-Barrionuevo son los responsables políticos con la complicidad de Kirchner. Porque no queremos la ley antiterrorista. Porque no queremos más impunidad ni represión, y queremos que la crisis no la sigamos pagando los trabajadores y el pueblo. Porque no queremos vivir bajo la contaminación que de a poco mata. Porque no queremos más que el 93% de los niños nazcan con problemas respiratorios. Porque estamos cansados de que Ledesma juegue con la vida de mas de 50.000 habitantes en Libertador y que el gobierno de Barrionuevo y los K sea cómplice de una masacre silenciosa, consideramos más vigente que nunca la necesidad de imponer un gobierno de unidad popular, patriótico y democrático, por el camino del Argentinazo y la rebelión agraria: para que la justicia popular caiga sobre todos los ejecutores y los responsables políticos e ideológicos del genocidio que cobró la vida de 30.000 compañeros.