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Lo que dijimos del grupo El Tejar hace más de un
  año 
Ante las calumnias sobre el PCR 
El
  grupo escindido del PCR esgrime como argumento excluyente de su decisión de
  fracturar nuestro Partido la acusación difamatoria de que ocultamos una
  alianza con el Grupo El Tejar y la Fundación Alvarado.
  Esta actitud torna necesario hacer conocer, en consideración a compañeros
  honestos que puedan ser confundidos por estas calumnias, la Resolución tomada por
  el Comité Central del PCR el 8 de enero del 2012. 
La
  misma, de Circulación Interna, analizaba el error de haber concurrido a la
  cena realizada el 1 de diciembre del 2011 en la Sociedad Rural
  organizada por la
   Fundación Alvarado así como nuestra autocrítica frente a
  este hecho y la caracterización de los organizadores de la cena. Decíamos
  hace ya más de un año que: “… el grupo El Tejar es uno de los principales
  pooles de siembra, principalmente sojero, con cientos de miles de hectáreas
  propias y arrendadas en Argentina, Uruguay, Brasil, Bolivia y Paraguay. Fundado
  en 1987 por Oscar Alvarado logró su expansión a partir del gobierno de Néstor
  Kirchner. Los principales accionistas actuales de la compañía son, además de
  la familia Alvarado, Kasdorf y otros grupos locales, fondos de inversiones
  ingleses (43%) y yanquis (15%)”. 
“No
  cabe duda de que se trata, como se dijo en el Comité Central, de uno de los
  enemigos a golpear en la lucha por concretar nuestra propuesta programática
  de un millón de chacras en el campo, en camino a una reforma agraria
  integral”. 
“La Fundación para la
  integración social Oscar Alvarado, fue creada en octubre del 2010, a la muerte de
  Oscar Alvarado, por su hermano Mariano Alvarado y Kasdorf (actual gerente de
  Relaciones Sociales de El Tejar). Su objetivo es trabajar con los movimientos
  sociales (principalmente cooperativas de trabajo y empresas recuperadas),
  articulando ‘entre los distintos actores de negocios’ para operar en los
  conflictos sociales con el objetivo de integrar y ‘construir confianza entre
  los distintos actores de nuestra sociedad…’”, “… jerarquizan el objetivo de:
  contribuir a superar el conflicto social a través de la integración y la
  conciliación, derribando las barreras de los prejuicios y resentimiento. En
  cursiva, del Folleto de la Fundación Alvarado distribuido en la cena del 1
  de diciembre en la
   Sociedad Rural. 
Continúa
  la Resolución
  del Comité Central afirmando que: “En este camino tratan, obviamente, de
  influir y, si pueden, cooptar o subordinar a los movimientos sociales con los
  que se relacionan. No se diferencian en esto de otros sectores de las clases
  dominantes, ni de los que instrumenta el gobierno a través del Estado”. A su
  vez la Resolución
  señala que: “El Comité Central abordó, aunque con tardanza, la cuestión del
  tratamiento que debíamos tener con este grupo. El Comité Central precisó que
  se trataba de una relación con sectores del enemigo, que no debíamos de
  ninguna manera confundirla con una alianza política y mucho menos con una
  relación entre amigos”. 
Asimismo,
  en aquella oportunidad el Comité Central resolvió que haber asistido a ese
  evento “constituye un grave error político con implicancias ideológicas que
  afectan los principios y métodos de nuestro Partido.” 
Esta
  Resolución que era interna pero no secreta, ya que establecía que: “como el
  hecho fue público, ante cualquier requerimiento de afuera del partido
  responderemos ateniéndonos estrictamente a los términos de esta resolución”,
  fue aprobada hace más de un año por la totalidad del Comité Central y puesta
  en conocimiento del conjunto del Partido y de la JCR, para iniciar un proceso
  de discusión crítica y autocrítica que nos permitiera ahondar en las causas
  de estos errores y corregirlos. 
Por
  todo lo dicho, no se puede confundir, como lo hace el grupo escindido, una
  decisión de carácter táctico vinculada a la evaluación de los tiempos que
  considera necesarios una organización para discutir internamente errores
  graves, con el hecho calumnioso de pretender atribuirnos connivencia con
  sectores que, como señalamos anteriormente, caracterizamos de enemigos del
  pueblo. Esto último hace a los principios de una organización revolucionaria. 
Al
  mismo tiempo, nos preguntamos cuáles son las razones que llevaron a este
  grupo a ocultar que la
   Corriente Clasista y Combativa resolvió no solo no asistir
  a la 3º cena organizada por la Fundación Alvarado en noviembre del 2012, sino
  expulsar de la CCC
  en la primera reunión de la
   Mesa Federal a quien concurriera a la misma. Igual mala fe
  exhiben al escamotear que fue Juan Carlos Alderete en persona a discutir en
  varias asambleas del Barrio René Salamanca que no se debía aceptar el dinero
  que se recaudaría en dicha cena y que se ofrecía para la Salita del Barrio,
  planteando en el debate la importancia de afirmar un camino de lucha como el
  que había permitido concretar la
   Sala del Barrio María Elena. Debate que sigue abierto como
  se expuso en el artículo del hoy Nº 1448 del 5/12/2012. Es decir que hicimos
  no solo una autocrítica del error sino que estamos realizando una práctica a
  nivel de masas que avala la lucha por corregirlo. 
Instamos
  nuevamente a los integrantes del grupo que se escindió de nuestro Partido a
  recapacitar sobre las consecuencias políticas de su conducta, concentrada
  hasta ahora en difamar al PCR del cual fueron parte hasta hace una semana, en
  lugar de buscar los caminos que permitan confluir en la lucha contra los
  enemigos del pueblo. 
Rosa
  Nassif (Vocera del Comité Central del PCR) | 
martes, 15 de enero de 2013
Ante las calumnias sobre el PCR
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